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Salud del mar y seguridad alimentaria: la ciguatera

Pescado. Fuente: Pexels

08.06.2020. Los efectos del cambio climático en los océanos también tienen consecuencias relacionadas con la salud humana. Hoy en el Día Mundial de los Océanos hablamos de la intoxicación alimentaria por ciguatera con los investigadores del Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Artículo de los investigadores Fernando Real, Natalia García-Álvarez, Julián A. Sánchez-Henao, Freddy Silva Sergent, María J. Ramos-Sosa, Ana Gutiérrez, Daniel Padilla y Antonio Fernández.

El proceso de acidificación de los océanos, de forma lenta e innegable, ha ido cambiando las condiciones de vida en los mismos, a consecuencia del acúmulo de CO2 en la atmósfera. Y parece imperceptible, pero estos cambios están teniendo un efecto directo, por ejemplo, reduciendo la calcificación de muchas especies marinas como corales, moluscos, crustáceos, equinodermos, etc. Y si no se calcifican debidamente, se reduce su capacidad defensiva en el medio frente a otros agresores que los hacen muy vulnerables. El incremento de CO2 y otros gases similares, a consecuencia de la actividad humana en el planeta supone, además, el incremento del efecto invernadero, mediante el cual menos calor escapa a la atmósfera, favoreciendo el fenómeno que se denomina “calentamiento global”.

Pero, ¿produce este fenómeno alguna consecuencia sobre la salud de las especies? En el estudio de cualquier enfermedad producida por agresores vivos, deben considerarse los factores que dependen del hospedador, en este caso la especie afectada, los factores que dependen del agente (en este caso el agresor responsable) y los factores que dependen del medio ambiente, a los que nos estamos refiriendo. En este trabajo describimos un ejemplo de una de estas enfermedades.

Consecuencias en la salud humana: ciguatera en las Canarias

La primera referencia documentada de este episodio en las Islas Canarias corresponde al año 2004, cuando 9 personas se intoxicaron tras el consumo de un medregal, lo cual supuso el primer registro de la enfermedad en Canarias. Y el segundo registro documentado en la misma Región se produce en 2008, tras el consumo de un medregal de 30 Kg de peso. A partir de ese momento, nuevos brotes fueron reconocidos en años sucesivos, hasta llegar al momento actual, habiéndose confirmado un total de 20 brotes, que engloban un número de 121 personas afectadas, estando todos asociados a actividades de pesca deportiva o venta local no controlada. El agente causal original de esta enfermedad se corresponde con varias especies de microalgas bentónicas de los géneros Gambierdiscus, presentes en aguas canarias, y que al multiplicarse producen una toxina (ciguatoxina, CTX), que se acumula a través de la cadena trófica.

El ser humano, al consumir pescado contaminado, puede sufrir importantes signos clínicos, que se inician generalmente entre los 10 minutos y las 24 horas tras el consumo. Y el comienzo de los síntomas ocurre frecuentemente con manifestaciones gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarreas,....), que suelen ir seguidos de importantes signos que afectan al aparato circulatorio (incremento de las pulsaciones y drástica bajada de la tensión arterial,...). Pero todos estos síntomas suelen desaparecer a la misma velocidad con la que hicieron su aparición. La ciguatera no sería una enfermedad tan trascendente si, transcurridas las primeras horas de la intoxicación, no hicieran ahora su aparición una serie de manifestaciones de tipo neurológico que conllevansíntomas muy complejos, que pueden tardar muchos meses en desparecer de la persona afectada (dolores articulares y musculares, hormigueo en los dedos de las manos y los pies, sensación térmica invertida al tocar algo caliente o frío). En algunos trabajos se describe que un pequeño porcentaje de las personas afectadas de ciguatera pueden llegar a morir, a consecuencia de unaparada respiratoria pero, afortunadamente, esto no ha ocurrido nunca hasta la fecha en Canarias.

Gambierdiscus sp. Fuente: National Centers for Coastal Ocean Science.

Un dato relativamente importante a considerar para el diagnóstico de la enfermedad en las personas afectadas es que el pescado que acumula la toxina habitualmente no manifiesta ningún signo que permita su diferenciación. La presencia de la toxina no produce ninguna modificación ni en el color, olor o sabor del pescado. Además, la toxina presenta una estructura relativamente compleja. En la actualidad, se detectan tres tipos de CTX según su localización de descubrimiento, Pacífico CTX (P-CTX), Caribe CTX (CCTX) e Índico CTX (I-CTX). Además, la ciguatoxina es de carácter termoestable, su actividad no se modifica ni congelando ni calentando el pescado antes de su consumo. Todas las razones antes expuestas facilitan que actualmente no exista ningún método fiable de diagnóstico de la enfermedad en medicina humana. Tampoco existe un tratamiento específico para las personas que la sufren.

Ciguatoxina. Fuente: FAO
Distribución mundial de la ciguatera. (Imagen del Proyecto Eurocigua, código: GP/EFSA/AFSCO/2015/03). Cada punto representa lugares de presentación de la enfermedad.

Actualmente, la ciguatera es la intoxicación más grave que existe en el mundo ocasionada por biotoxinas marinas, vehiculada por los alimentos. Se estima que cada año se ven afectadas en el mundo entre 50.000 y 200.000 personas, y su presentación ocurre fundamentalmente en latitudes intertropicales. Por otro lado, es necesario considerar que la toxina se acumula en diferentes especies de peces, según cómo se desenvuelve cada una en el ecosistema. Inicialmente, y con algunas excepciones, los primeros consumidores de la microalga productora de toxina serán peces herbívoros, que se alimentan de algas a las que se ha adherido la microalga productora de toxina. Estos peces son consumidos por pequeños carnívoros y estos, a su vez, por grandes carnívoros. Durante este ciclo se produce un efecto acumulativo indiscutible de la ciguatoxina en los peces hasta que llega al consumidor humano, apareciendo entonces la sintomatología de la enfermedad. Como en algunas regiones del mundo la presentación de la enfermedad es elevada y no tienen sistemas alternativos de control, la única medida posible en estas áreas es la prohibición del consumo de pescado en esas zonas.

Protocolo oficial de control de la ciguatera en pescado de consumo de Canarias

Desde el año 2009, el Gobierno de Canarias a través de la Dirección General de Pesca empezó a elaborar un protocolo de actuación pensado para eliminar los pescados de consumo que pudieran tener presencia de ciguatoxina en sus tejidos. Desde ese momento, y de manera sistemática hasta el momento actual, se está llevando a cabo el análisis de todos los pescados de riesgo en el Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la ULPGC. En todos los puntos de venta primaria de pescado en el Archipiélago, se toman muestras de todo el pescado que pueda suponer algún riesgo para el consumidor, y son enviados al IUSA para ser analizados gracias al citado protocolo. Cuando el pescado es positivo se elimina de la cadena de consumo. Por el contrario, si el pescado analizado ofrece un resultado negativo se libera al consumo. Este protocolo ha servido como una medida ejemplar para otros países en los que no se aplica ninguna medida de control de la enfermedad, máxime cuando el pescado es un bien de consumo de alto valor nutritivo. Las especies de peces actualmente consideradas de riesgo y los pesos mínimos, a partir de las cuales se toman muestras y se analizan. 

La prevalencia actual de la enfermedad en algunas especies de peces de Canarias se calcula entre el 10,5 y el 13 % (y según los pesos límites recogidos en la tabla) en Canarias. Por ello, en el año 2015, y con la finalidad de la mayor protección del consumidor, se modificó el Anexo III del Decreto 165/1998, que crea la Red de Vigilancia Epidemiológica de Canarias, considerando la ciguatera como enfermedad de declaración obligatoria en Canarias.

Especies de peces y peso límite, establecidos para el análisis de CTX en el protocolo de control oficial del Gobierno de Canarias.

El Proyecto Eurocigua actualmente en ejecución, tiene como finalidad caracterizar el riesgo de la ciguatera en Europa

El equipo de trabajo del IUSA participa también en el Proyecto Eurocigua, cofinanciado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) con la participación de más de 18 instituciones europeas. Se inició en el año 2016 y finaliza en 2020. Ante la evidencia que supone el incremento actual del número de casos registrados de ciguatera en Europa, se ha potenciado la participación de socios europeos que desde diferentes instituciones y países, y divididos en distintas acciones específicas en este proyecto, participan en la caracterización de ese riesgo.

Se ha comprobado que muchos de estos casos de ciguatera han sucedido tras la importación de pescado de algunas zonas endémicas como la India. En otros casos, se ha verificado que el origen se ha debido a ciudadanos que han llegado a Europa después de haber permanecido algún tiempo en zonas del mundo en las que tradicionalmente ocurre una presencia constante de la enfermedad. Y, el último grupo de casos de interés está representado por zonas, como las Islas Canarias, donde se ha producido la aparición de la enfermedad en un área en la que tradicionalmente no existían evidencias previas documentadas.

Pejerrey (Pomatomus saltatrix).

Resumidamente, los principales objetivos que se están estudiando en el proyecto son:

  • Evaluar la presencia de ciguatoxinas en el pescado, así como la presencia potencial de microalgas productoras de toxina del género Gambierdiscus o Fukuyoa en el medio ambiente, en aguas de la Macaronesia y del Mediterráneo.
  • Identificar las especies de peces que representan un riesgo para el consumo humano, y establecer los límites de peso más bajos a partir de los cuales se produce un evidente riesgo para su consumo.
  • Obtener material de referencia que contenga ciguatoxina para ser utilizado en los estudios intercomparativos de los laboratorios.
  • Realizar estudios bibliográficos que permitan reconocer modelos que ayuden a entender la ecología de la ciguatera en el medio natural.
Fuentes de muestreo utilizadas por el Proyecto Eurocigua para analizar pescado.

Para cumplir con los objetivos señalados, el muestreo que se realiza por los socios del proyecto en las diferentes zonas de interés se ha planificado fijando un número estimado de muestras a tomar en cada zona. Por otro lado, las fuentes de muestreo que se utilizan por el IUSA para cumplir con los objetivos principales del proyecto son todas las fuentes posibles, aunque es la compra de pescado en puntos de venta autorizados la fuente principal.

Uno de los últimos manuscritos publicados por el grupo de trabajo de la ULPGC, basados precisamente en algunos resultados obtenidos con las muestras del protocolo de control oficial, confirma a las Islas Canarias como una región de expansión de la ciguatera como enfermedad endémica. También se llegan a identificar varios factores asociados con la probabilidad de que un pescado capturado esté contaminado con algún tipo de análogo de ciguatoxina (CTX). Entre esos factores se encuentran la especie, el peso del ejemplar, la isla de captura y la estación de pesca. Por otro lado, se ha obtenido un gradiente de riesgo para el medregal, considerando el peso del ejemplar, la estación y la isla de captura. Por otro lado, muy recientemente, se ha estudiado la importante interrelación entre meros y morenas de Canarias, facilitando la presencia de ciguatoxina en el medio marino en esta Región.

Como conclusión principal de este trabajo es que debemos acostumbrarnos a medio plazo a la presencia y expansión de estas toxinas en el Archipiélago Canario. Y es razonable pensar que pueda producirse también el incremento,tanto de las especies afectadas por la enfermedad como de las consecuenciasdirectas sobre las mismas, fundamentalmente para especies marinas y la propia especie humana.

Vídeo del Instituto Universitario de Sanidad Animal (IUSA) para conmemorar el Día Mundial de los Oceános en 2020:

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