22.5.2020. Jéssica Jiménez, investigadora pre doctoral de la Estación Biológica de Doñana del CSIC, dedica su tesis a estudiar los efectos de los cambios en el paisaje en la dinámica de transmisión de enfermedades de aves silvestres, en especial en el gorrión común. Lo explica hoy en el Día Mundial de la Biodiversidad.
La urbanización y las actividades agropecuarias intensivas generan grandes impactos en el medio ambiente, principalmente relacionados con la modificación del uso del suelo. En general, estos efectos se traducen en la pérdida de hábitats naturales que, en consecuencia, provocan una pérdida global de biodiversidad.
Hay que tener en cuenta que si la relación entre diferentes especies animales se ve alterada, también lo estará la dinámica de transmisión de algunas enfermedades.
Estas alteraciones en los ecosistemas pueden provocar que algunos patógenos entren en contacto con el ser humano y en consecuencia convertirse en algunos casos en huésped accidental. De hecho, el 75% de las enfermedades infecciosas emergentes que afectan a humanos son zoonóticas, es decir, tienen un origen animal. Muchas de estas enfermedades se transmiten a través de vectores, mayoritariamente mosquitos.
Un ejemplo es la fiebre del Nilo Occidental causada por el virus West Nile, una enfermedad que ha provocado declives importantes en las poblaciones de aves silvestres en Norteamérica, y casos de infección grave en caballos. También puede producir una enfermedad grave en humanos, siendo una amenaza importante para la biodiversidad y la salud pública.
Como este, existen otros patógenos que pueden sufrir afectaciones en su ciclo vital. Por este motivo, es importante estudiar cómo se propagan las enfermedades transmitidas por vectores en hábitats con diferentes usos del suelo.
Para averiguarlo, Jéssica se ha centrado en estudiar el efecto de la transformación del hábitat y la pérdida de biodiversidad sobre la transmisión de enfermedades y en la salud de las aves silvestres. El gorrión común (Passer domesticus) es el ave modelo que puede ayudar a dar pistas, ya que se trata de un animal que convive con los humanos desde hace miles de años y se ha adaptado a todo tipo de cambios en el paisaje. No obstante, en tiempos recientes sus poblaciones en las ciudades están disminuyendo. El gorrión padece diferentes enfermedades producidas por patógenos que se transmiten a través de insectos vectores como los mosquitos, como el anteriormente explicado virus West Nile, pero también otras enfermedades importantes. Algunas de las más comunes son las producidas por los protozoos de la malaria aviar o por filarias, entre otros. Para llevar a cabo este estudio se realizaron capturas tanto de gorriones como de mosquitos en poblaciones con diferentes usos del suelo: áreas urbanas, áreas rurales y áreas naturales.
En primer lugar, las filarias son unos nematodos transmitidos por vectores que pueden infectar la sangre y los órganos de distintos vertebrados. Una de las especies de filaria detectadas en los mosquitos capturados, la Setaria equina, afecta típicamente a caballos, pero es capaz de producir casos graves también en humanos. Dado que el parásito fue encontrado en un mosquito de un área periurbana, los resultados demuestran que es necesario mejorar el conocimiento de la distribución y transmisión de este y otros parásitos similares debido al riesgo que suponen para la salud.
En segundo lugar, la malaria aviar, muy similar a la malaria humana, son protozoos que infectan los glóbulos rojos de las aves causándoles graves anemias que pueden llegar a ser mortales. Los estudios realizados en los gorriones demuestran que la urbanización perjudica el estado de salud de las aves silvestres, especialmente afectando a los individuos jóvenes. Las aves que viven en zonas urbanas y tienen menor peso corporal no son capaces de hacer frente a los efectos conjuntos de la urbanización y de la infección por parásitos de la malaria aviar y acaban muriendo. Además, en aquellas zonas urbanizadas cercanas a zonas agrícolas, la condición corporal de los gorriones mejora. Posiblemente esto sea debido a la presencia de alimento de mejor calidad.
Es fundamental entender de qué forma se ven alteradas las relaciones ecológicas tan comunes como la transmisión de enfermedades, sobre todo en entornos modificados por los humanos. Los resultados preliminares realizados en esta tesis demuestran la importancia de cuidar y favorecer la biodiversidad tanto en zonas agrícolas, naturales y urbanas.
Datos de la Tesis:
Título: “Impacto de la agricultura y la ganadería sobre la biodiversidad: Influencia en la dinámica de transmisión de patógenos y en el estado de salud de las aves”.
Directores de tesis: Jordi Figuerola, Martina Ferraguti, Josué Martínez-de la Puente
Centro: Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC)
Financiación: Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno
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