El mundo científico está en ebullición. Puede parecer que la época de descubrimientos y maravillas quedó atrás recubierta con un manto de nostalgia, pero nada más lejos de la realidad, la investigación científica es más amplia y diversa que nunca y se producen casi a diario nuevos descubrimientos que llegan cada vez con mas facilidad a un público general asombrado que coloca con más frecuencia el mundo científico en un lugar de prestigio. No nos sorprende entonces, que la atención por la información científica despierte cada día más interés y que el mundo del periodismo y la divulgación científica hayan crecido junto a la expansión tanto de la ciencia cómo la expansión de los canales y formatos de la comunicación digital.
La accesibilidad, la diversificación y la facilidad de llegar a la audiencia mediante la explosión de medios ha permitido que la divulgación científica esté en buena forma. Podcasts, revistas especializadas, programas de televisión, perfiles en redes sociales y un largo etcétera de productos de comunicación que se dedican a difundir el mundo científico, no sólo sus éxitos, sino también sus fracasos y problemáticas.
Pero la misma accesibilidad y diversificación permiten también que la desinformación científica, las noticias falsas y los bulos gocen del mismo crecimiento dentro del periodismo y la divulgación científica. Leemos y vemos artículos y mensajes que cuestionan el cambio climático o la pandemia que hemos vivido, que se difunden a gran velocidad y que incluso se recogen en medios profesionales sólo para poder sumar una visualización y un me gusta más. Ello no solo implica una mala comprensión de la ciencia por parte del público, sino que erosiona los estándares de lo que se considera riguroso y abona el terreno para los bulos y la desinformación.
En este contexto de polarización y en esta batalla por difundir la ciencia de manera correcta, la responsabilidad para que la información en divulgación científica sea veraz, rigurosa y transparente recae en todos los agentes en el proceso de divulgación. Empezando por los investigadores, quienes son los principales interesados en que su trabajo de explique de manera correcta, pasando por la variedad de medios y llegando al usuario final, quien tiene la responsabilidad de ser crítico con la información que consume.
En RISA, sumamos un talento y conocimiento de la Sanidad Animal sublime, de relevancia y liderazgo mundial. Este talento tiene que estar a la disposición de quiénes buscan comunicar ciencia. Por eso, hoy día mundial del periodismo en España, defendemos y reafirmamos nuestro rol activo en el reto de la divulgación. Tejemos red para compartir información, no sólo entre los miembros sino para quien quiera maravillarse con el mundo de la Sanidad Animal.
Eduard Cecília
